Conclusión
En conclusión la ética trata permanentemente y vigorosamente de combatir la separación o divorcio que se ha pretendido establecer entre las ideas y la vida, es decir, la actitud negativa del hombre que considera que la regla moral hay que respetarla a distancia. La ética debe ser considerada como constante disciplina para la vida, pues nos obliga a realizar nuestras labores con eficiencia y a mantener una actitud de rechazo frente a todo lo que minimice nuestra dignidad. De aquí es que se dice que el hombre es un ser inexorablemente moral, pues su vida no le viene dada con dignidad y moral, sino que debe hacerla, debe construirla con moral y dignidad. El hombre que adquiere una moral bien pertrechada espiritualmente se convierte en un ferviente defensor de la justicia y en un fermento de renovación en todos los aspectos de la vida. La personalidad moral se va definiendo a través de cada uno de los actos humanos. Con cada nueva posibilidad que nos apropiamos, con cada actualización de un vicio o de una virtud, descubrimos, corregimos o subrayamos los rasgos de nuestro carácter.
siempre tener limpia y tranquila nuestra conciencia, y actuar de una forma recta en la vida por lo tanto es un valor que debemos cultivarlo e incentivar a las personas para que los practiquen ya que es el camino de la "legalidad". Es aquel tesoro que nosotros


Comentarios
Publicar un comentario